
Ésta es mi marca, EmbarradArt.
Cuando este proyecto nació justo antes de la cuarentena COVID-19 sin muchas pretensiones, tenía claro que no quería que detrás de un logo “no hubiese nadie”. Tenía claro que necesitaba enseñar quien soy yo: quién hace las piezas, las hornea, las empaqueta, las envía… y mil cosas más. No quería una imagen de marca sin una persona detrás.
Y por eso mi logo está sacado directamente de una foto mía, sentada en mi mesa modelando barro, con mis cascos y mi pijama todo manchado.
Tengo claro que quiero que mi marca sea reflejo de unas piezas únicas y de calidad, y me esfuerzo todos los días por mejorar mi técnica y métodos de trabajo para que así sea. Además es una llamada para todos a consumir productos especiales, a dejar atrás los objetos sin valor que no tratamos con ningún cariño. Es un llamamiento a volver a vivir una vida más ‘Slow’, más lenta, prestando atención a los detalles; a abandonar el ‘usar y tirar’; a tener cosas bonitas que observar y tocar con admiración y cariño. Y así es como nacen mis piezas, hechas para eso: para decorar tu hogar con velas y que no puedas dejar de mirar y para que emplates tu comida de todos los días como si fuese día de fiesta; para que desayunes con las manos al rededor de tu taza 100% hecha a mano y que el café te sepa mucho mejor.
La creación de piezas cerámicas conlleva un proceso bastante largo con el que me siento muy comprometida y siento un gran cariño por lo que hago y mucha ilusión cada vez que alguien se interesa o se lleva alguna pieza mía a su hogar. Así que, por todo esto, gracias por leer, por apoyarme, por escribirme y por admirar y comprar mi trabajo. Gracias.
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